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EN EL 2021 LOS PASAPORTES DE EMERGENCIA SERÁN 30% MÁS CAROS.



El gobierno de Andrés Manuel López Obrador propone cobrar, a partir del 2021, 30% más en los pasaportes de emergencia, de acuerdo con la Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Federal de Derechos que fue entregada a legisladore, detalla El Economista.

La propuesta, elaborada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), explica que no se trata de un nuevo derecho, sino de cobrar un porcentaje adicional al que ya existe debido al trabajo y capital humano que se necesita para expedir un pasaporte de emergencia.

“Para el caso de los pasaportes ordinarios que requieren ser expedidos de emergencia, la utilización de diversos activos y consumibles aumentan considerablemente en razón de la prioridad del trámite, aunado al hecho de que el procedimiento establecido obliga a que un servidor público capacitado realice la entrevista al solicitante, integre y verifique la documentación presentada a efecto de poder enviarla por correo electrónico”.

Con la propuesta, también se busca neutralizar a los denominados “coyotes” o “gestores oficiosos”, es decir, aquellas personas que se dedican a engañar y estafar a los ciudadanos que buscan sacar un pasaporte ante alguna emergencia.

“La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha identificado diversos sitios en internet que ofrecen citas de emergencia, por las cuales se cobran montos de hasta 2,500 pesos, lo que constituye un fraude para los particulares, cuya práctica ha sido combatida mediante campañas de difusión en redes sociales y comunicados de prensa”, refirió el documento.

El incremento en los pasaportes de emergencia aplicará a aquellas personas que no agendaron una cita para tramitar el documento, pero que necesitan salir del país debido a una emergencia médica, académica, laboral o de protección consular que estén debidamente justificadas ante la SRE, incluidas las personas que ya tienen viajes programados.

Información: El Economista. // Vía: Plano Informativo.