Las autoridades ucranianas y rusas emitieron ayer severas advertencias sobre un alto riesgo de fugas radiactivas en la planta de energía nuclear de Zaporiyia, el complejo nuclear más grande de Europa, después de intensos ataques que los que se acusaron mutuamente.
El operador de energía nuclear ucraniano Energoatom dijo que "tras repetidos bombardeos rusos en el sitio", la planta, ocupada por los rusos desde el comienzo de la invasión, estaba operando con el riesgo de violar los estándares de seguridad contra radiación e incendios.
"La infraestructura de la estación ha resultado dañada, hay riesgos de fuga de hidrógeno y salpicaduras de sustancias radiactivas, y el peligro de incendio es alto", aseguró a través de Telegram.
El Ministerio ruso de Defensa afirmó en un comunicado que las fuerzas ucranianas bombardearon el recinto de la planta con "un total de 17 proyectiles", y acusó a Kiev de "terrorismo nuclear”.
Según Energoatom, el recinto quedó totalmente desconectado de la red eléctrica ucraniana el jueves, por primera vez en cuatro décadas, debido a "acciones de los invasores".
La planta fue reconectada el viernes por la tarde, pero el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) alista una misión para "ayudar a estabilizar la situación de seguridad y restablecer la seguridad nuclear”.
Mientras los nuevos bombardeos intensificaban los temores sobre un nuevo accidente nuclear, en un país que aún vive atormentado por el recuerdo del desastre de Chernobyl de 1986, las autoridades ucranianas estaban revisando ayer sus sistemas de alerta pública y planes de evacuación en caso de emergencia para las personas que viven tanto en territorio controlado por Kiev como en áreas bajo ocupación rusa.
Además, se apresuraron a distribuir a decenas de miles de personas que viven cerca de las instalaciones pastillas de yoduro de potasio, un medicamento que puede proteger a las personas contra el cáncer de tiroides inducido por radiación.
La OIEA reunió a un equipo de expertos para viajar a Zaporiyia esta semana.
Una lista de los miembros del equipo vista por The New York Times incluye al jefe de la agencia nuclear, Rafael Mariano Grossi, de Argentina, y otros 13 expertos de países en su mayoría neutrales, excluyendo a Estados Unidos y Reino Unido.
FRACASA TRATADO
El viernes, luego de una conferencia de la ONU que duró un mes, Rusia impidió la adopción de una declaración conjunta sobre un tratado de desarme nuclear, al considerar aspectos "políticos" del texto, en particular respecto a Zaporiyia, según fuentes.
El último borrador de texto expresaba una "grave preocupación" por las actividades militares en torno a las centrales ucranianas, incluyendo Zaporiyia, así como por la pérdida de control de Kiev sobre estos sitios.
Información: Agencia Reforma. / Vía: Plano Informativo.