Los ataques al corazón son la principal causa de muerte de hombres y mujeres en los Estados Unidos pues muchas personas no reconocen los síntomas y demoran en recibir la atención que necesitan.
Transpiración, fatiga, náusea, dolor de mandíbula, estos no son los síntomas tradicionales, pero son la forma en que las mujeres a menudo experimentan un ataque al corazón. Además, las mujeres corren un mayor riesgo de morir de un ataque cardíaco porque a menudo creen que sus primeros síntomas están relacionados con el estrés o son el resultado del reflujo ácido o la gripe.
En el pasado, la enfermedad cardíaca se consideraba una enfermedad que afectaba solo a los hombres. Debido a esta percepción, las mujeres recibían un tratamiento menos agresivo para las enfermedades del corazón. Esto significaba que cuando finalmente se diagnosticaba a las mujeres, a menudo tenían una enfermedad más avanzada. Ahora sabemos que las enfermedades cardiovasculares afectan a más mujeres que hombres y son responsables de más del 51 por ciento de todas las muertes en mujeres estadounidenses.
Síntomas comunes de un ataque al corazón en los hombres
Dolor en el pecho o malestar
Molestias en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
Dificultad para respirar
Sudor frío, náuseas o mareos.
Síntomas comunes de un ataque al corazón en las mujeres
Presión inusualmente fuerte sobre el cofre
Dolor o molestia en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
Falta de aliento severa con o sin molestias en el pecho
Fatiga inusual o inexplicable
Mareos o aturdimiento poco familiares Náuseas o vómitos inexplicables.
No todas las señales ocurren en cada ataque. El tiempo es fundamental para cualquier persona que experimente un posible ataque cardíaco, ya que el 85 por ciento del daño cardíaco ocurre dentro de las primeras dos horas.
La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda que conozca las señales de advertencia de un posible ataque cardíaco para que pueda tomar medidas rápidas:
Dolor incómodo, presión, plenitud o presión en el pecho.
Dolor o molestias en los hombros, cuello, brazos o mandíbula.
Mareos, desmayos o sudoración
Dolor estomacal o abdominal inusual Náuseas o mareos
Falta de aliento y dificultad para respirar. Ansiedad, debilidad o fatiga inexplicables Palpitaciones, sudor frío o palidez e indigestión.
Información: GW Hospital. // Vía: Plano Informativo.