Un veterano, originario de China, se llevó una gran sorpresa en el hospital cuando acudió por un dolor de cuello.
El hombre de 95 años de edad, tenía una vieja bala enterrada como “resto de su trabajo” durante la Segunda Guerra Mundial.
Había sufrido una caída en casa que le provocó dolores en el cuello de inmediato. Así fue como su hijo lo llevó al hospital. Aunque el dolor era tolerable hasta ese momento, un médico recomendó realizarle radiografías.
Cuando las radiografías estuvieron listas, el hombre descubrió toda la verdad, y confesó recordar que recibió un balazo en el cuello en su adolescencia.
“Resultó herido mientras transportaba a un camarada herido a través de un río durante una de las batallas”, dijo el doctor.
No obstante, por recomendación médica, tuvo que conservar la bala en su cuerpo porque “se encuentra cerca de algunos vasos sanguíneos importantes”. Afortunadamente, no hay posibilidades de que pueda afectarlo en el futuro.
Vía: Plano Informativo.