Víctor desde muy pequeño se abrió paso para cumplir su sueño de ser médico, meta que no pudo haber logrado sin la ayuda de su mamá.
El joven quedó huérfano de padre cuando tenía nueve, momento en el que su mamá comenzó trabajar como empleada doméstica para llevarle el sustento a él y a sus hermanos.
En esta labor de manutención, Víctor no se quedó atrás y consiguió un empleo como ayudante de albañilería para pagar sus gastos.
“Me dijo que, como sea, lo íbamos a lograr. Hoy ella sigue siendo un gran pilar en mi vida y la persona más feliz a la hora de verme realizado”, afirmó.
Con 17 años, Víctor ingresó a la Universidad y este triunfo en su camino se vio recompensado con una beca que lo ayudaría a continuar sus estudios.
“Había que salir a trabajar, pero eso no me amedrentaba. En el fondo sabía que todo iba a darse más allá del cansancio, del estrés, de la tristeza que sentí en muchísimas ocasiones”, expresó.
Vía: Redes.