Comenzó a estudiar en la Universidad del Norte de Illinois, pero tuvo que dejar sus estudios por el amor. La mujer conoció a quien sería su futuro esposo y no pudo continuar con su carrera por las labores domésticas que aparecieron luego de casarse.
“Fui a la escuela durante 3 años y medio, pero decidí irme después de conocerlo“, explicó.
A pesar de su larga vida, siempre se le quedó clavada esa espina de querer volver a estudiar. “Estaba molesta porque no terminé la escuela y mis hijos me alentaron a volver“, agregó.
Aunque estuvo a punto de dejar las clases varias veces, logró seguir adelante y llegar hasta el ansiado día de su graduación. “No se rindan. Sé que puede ser difícil, pero todo en la vida tiene sus altibajos“, cerró.
Vía: Plano Informativo.