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TRANSPORTE PÚBLICO DISCRIMINA A GENTE CON DISCAPACIDAD.

Por Mario Mora Legaspi

El transporte público en general sigue discriminando a personas con capacidades diferentes o discapacitadas, por lo que más que convenios o acuerdos se requiere que los concesionarios y operadores del volante tomen conciencia de que deben apoyarlas cuando soliciten sus servicios o les hagan la parada, en vez de “ignorarlas”, pasarse de largo y seguir su camino como si nada.

Lo anterior fue puesto de relieve por Efraín Delgado Salinas, presidente de la Fundación de Personas Invidentes “Ver con el Corazón”, quien por principio de cuenta puso en claro que no debemos olvidar que nadie está exento de sufrir una discapacidad o enfrentar una debilidad visual.

Sostuvo que hay personas que nacen con alguna discapacidad, pero hay muchas que lo tienen ahora por haber sufrido un accidente o una enfermedad. “Un percance puede estar siempre a la vuelta de la esquina”, comentó a este Diario.

Basta con observar que la mayoría de los choferes no hacen parada cuando notan que el pasajero es un discapacitado o anciano, eso es discriminación, sean autos de alquiler, camiones urbanos o combis que prestan servicio de transporte foráneo.

“Ni pensar cuando un invidente, acompañado con su perro guía hace la parada, el chofer ni se detiene, al pensar erróneamente que el can puede agredir a las personas, lo que no saben es que el animal está entrenado para no atacar sino para ayudar a su dueño. Pero también ocurre cuando la persona anda sola, la ignoran por completo”, añadió Delgado Salinas.

Es importante hacer conciencia en la gente para ayudar a las personas con capacidades diferentes, para poder hacerles más fácil la vida. Hay que dar facilidades para que puedan desenvolverse individualmente y hagan sus cosas, se sientan útiles y productivas, añadió el Presidente de la Fundación de Personas Invidentes “Ver con el Corazón”.

Es indiscutible que como sociedad hace falta todavía mucha cultura para ayudar a las personas discapacitadas, aunque hay leyes que lasprotejan y se suscriban acuerdos para que algunas organizaciones de taxistas los transporten. “Más que nada se trata de hacer conciencia que nadie está exento de sufrir una discapacidad, así que es mejor apoyarse entre todos”, añadió.

En el caso de los autobuses urbanos la situación es peor, porque por lo regular no se les permite el acceso y menos cuando llevan consigo a un perro guía, expresó.

Expuso la necesidad de promover la inclusión y la integración social de las personas con discapacidad en sus comunidades y en el ámbito familiar, así como incorporarlas a la vida social, política, cultural, educativa y económica de la entidad en condiciones de equidad, fomentando una cultura de respeto a la diferencia y al ejercicio pleno de sus derechos, fortaleciendo el tejido social y potenciando su desarrollo humano. 

Luego sostuvo que México carece de cultura cívica en atención a personas con discapacidad visual. Es un país que no cuenta con las condiciones necesarias para integrar a las personas con discapacidad. Pese a que existen esfuerzos importantes por integrar a este sector de la población, es una realidad que no existe una cultura cívica en el tema de generar un entorno de inclusión social y laboral.

EL DATO:

Es importante hacer conciencia en la gente para ayudar a las personas con capacidades diferentes, para poder hacerles más fácil la vida.