Petey había quedado relegado en su refugio porque siempre preferían a perritos pequeños, por lo que tuvo que esperar un año para encontrar su familia perfecta. Aunque después de todo y con lo feliz que se ve, podemos pensar que la espera valió la pena.
“Fue super amable desde el primer día y muy juguetón. No podíamos creer que nadie lo quisiera“, comentó la portavoz del SPCA, Samantha Ranlet. Así que enseguida compartieron una imagen de Petey en sus redes sociales, lo que rápidamente generó que muchas personas se interesaran por él.
Con eso, bastaron solo unas semanas para que el tierno can encontrara una nueva familia, quienes pronto se enamoraron de su personalidad y supieron que era lo que necesitaban en sus vidas.
Petey rápidamente se acostumbró al calor de un hogar y ahora ya no duerme solo en una jaula, sino con una sonrisa en su rostro y con su propia camita, sabiendo que ya nunca más tendrá que estar alerta porque su familia siempre estará ahí para él.
Vía: Plano Informativo.