En Lukova, República Checa, se encuentra uno de los lugares más siniestros del mundo, una iglesia con “fantasmas”.
Se trata de la iglesia abandonada de St. Georges que volvió a la vida gracias a las esculturas de fantasmas que se instalaron en su interior.
De acuerdo a la historia del lugar, la iglesia registró una tragedia en 1968, cuando en medio de un funeral, el techo colapsó.
El pueblo de Lukova evitaba entrar ahí porque creía que quedó encantada, hasta que el artista local Jakub Hadrava le dio nueva vida con su obra “Hadavra”.
El artista creó espectrales feligreses de yeso, inspirada en esa creencia y eso convirtió a St George's en un destino turístico que ha beneficiado mucho al pueblo.
Fotografías: Horror Losers. // Vía: Agencias.
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