El primate más grande “King Kong” de la historia desapareció hace 300 mil años, pesaba más de 250 kilos y medía más de tres metros.
Por casi un siglo, investigadores de todo el mundo habían intentando explicar por qué el “Gigantopithecus blacki” había sucumbido a la extinción.
El nuevo estudio publicado en la revista Nature revela que, en realidad, fue precisamente su tamaño, lo que condujo a esta especie a su inminente desaparición.
Partiendo del análisis de fósiles, en su mayoría dientes, se concluyó que los cambios en su ambiente provocó que su gran tamaño fuera un obstáculo para adaptarse.
Además, era tan quisquilloso en su dieta que la transformación de sus alrededores le impidieron seguirse alimentando como solía hacerlo cuando su población era más estable.
Fotos: Southern Cross University.