El evento sucedió durante la mañana, donde más de 100 personas se reunieron en la casa del hombre y después de tres horas comenzó el ritual con una procesión.
La idea surgió cuando se compró un ataúd y sus vecinos le sugirieron que sería bueno celebrarlo, pues sus hijos son adultos y se mudaron lejos. Pagó 3 mil dólares.
Uno de los conocidos declaró que el hombre se acercó a él para pedirle ayuda y planificar todo, aunque al principio le pareció extraño, accedió a la solicitud. "Dijo que le gustaría ver la escena de su funeral antes de fallecer", explicó.
Aunque los ciudadanos disfrutaron de ayudar al hombre a traer alegría a su vida, las autoridades locales estaban molestas, ya que los funerales están destinados a ser asuntos solemnes.
Vía: Agencias.