John tocó tierra dos veces en las costas del Pacífico mexicano, primero como un huracán de categoría 3 en el estado de Guerrero la noche del 23 de septiembre. Luego se disipó antes de cobrar fuerza y volver a tocar tierra el cuatro días después en el estado de Michoacán como huracán categoría 1.
El ciclón dejó a su paso lluvias fuertes en el centro y sur de México y provocó inundaciones y deslaves en Oaxaca, Guerrero y Michoacán. El fenómeno hizo que en solo cuatro días cayera el 80% del agua equivalente a las lluvias de un año, según la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez.
“Lluvias muy intensas, principalmente en las costas de Guerrero, en el municipio de Acapulco. Las precipitaciones acumuladas del 22 al 27 de septiembre fueron de 949,2 milímetros. Lo que significa que en cuatro días, llovió el 80% de lo que llueve en un año”, señaló.
El paso de John causó la muerte de al menos 20 personas, 15 de ellas en las costas de Guerrero, cerca de la zona de Acapulco, y otras cinco en Oaxaca, según información oficial.
Guerrero –que recibió el impacto directo del huracán– sufrió las afectaciones más graves con inundaciones y deslaves en varias zonas, lo que revivió la pesadilla causada por el huracán Otis, que tocó tierra cerca de la zona turística de Acapulco como categoría 5 en octubre de 2023 dejando 50 muertos, además rompió el récord de intensificación de un ciclón en el Pacífico mexicano.
Ahora, con John, Acapulco vuelve a estar en situación de emergencia tras días de intensas lluvias y deslaves que dejaron inundaciones en calles y casas. Las fuertes precipitaciones ocasionaron el cierre de carreteras, cortes en el suministro eléctrico y la suspensión de actividades y clases escolares, de acuerdo con información oficial.
Vía:Agencias.